Los robots crean y protegen miles de empleos en España
Fecha publicación: 2015-10-02
Los robots le quitarán su trabajo,
lo harán prescindible y engendrarán una sociedad llena de parados crónicos tal
y cómo se está empezando a ver. Su implantación en fábricas y oficinas
beneficiará sólo a las empresas extranjeras que los fabrican, a aquellas que
los instalan y a profesionales de altísima cualificación, ingenieros sobre
todo. La desigualdad será tal que mientras ellos disfrutan cómodamente de la
vida, los demás, los del montón, sufrirán un desplome en sus condiciones
laborales bajo la estricta vigilancia de un autómata que no conoce los
festivos, ni la calma chicha de los viernes por la tarde, ni la mañana
siguiente a la cena de empresa, ni el “hoy llego tarde que llevo a la niña al
médico”.
Ese panorama tiene sus cifras por supuesto. Así, Boston Consulting ha calculado que, en los próximos diez años, una cuarta parte de todas las actividades industriales se automatizarán. Eso se traducirá en despidos, sin duda, pero también en una cruda rebaja de los costes laborales españoles que, en el peor escenario, podría alcanzar el 19%. Las preguntas que brotan de todo esto son inquietantes: ¿Hasta dónde puede derrumbarse el salario de quienes se atrevan a competir con un robot? ¿Hasta qué punto deberán extenderse sus jornadas frente a una máquina que funciona grácilmente durante 24 horas al día? ¿Qué futuro le espera a un profesional especializado en una actividad que la tecnología ha dejado completamente obsoleta? No son cuestiones menores en un país con más de un millón de parados de larga duración que fía parte de su prosperidad y bienestar a la buena marcha de las exportaciones industriales.